
Nº. Colegiada: AN-12184

Psicóloga
"La mejor inversión para una vida plena es cuidar tu salud mental."
Psicología Contextual
¿Por qué Terapia de Aceptación y Compromiso - ACT?

La psicología ha sido mi pasión desde la adolescencia y como todo psicólogo que ha estudiado la carrera en España mi formación ha sido en la corriente cognitiva-conductual. Aunque he disfrutado muchísimo estudiándola, siempre he tenido la sensación de que faltaba algo. Al descubrir las Terapias Contextuales y específicamente la Terapia de Aceptación y Compromiso las piezas para mi han encajado. He tenido la suerte de formarme en esté campo de la mano de los expertos en España y en el extranjero, en la Universidad de Almería con el curso de Especialista en Terapias Contextuales y actualmente con el Máster en Terapia Contextuales y de la mano de Madrid Institute of Contextual Psychology MICPSY con el Máster en Terapia de Aceptación y Compromiso para Niños, Adolescentes y Padres.
Es un enfoque que encaja mucho más con mis valores y con mi forma de ver el mundo y las personas en general. Es una terapia que ve cada persona en su contexto, una persona es mucho más que su "trastorno", se basa en la experiencia del paciente como la clave del tratamiento, cada caso es único y los valores personales de cada uno son los que marca la dirección de la intervención. Estos son tres puntos principales que me han convencido ir por esté precioso camino de la psicología (hay muchos más puntos, pero creo que estos resumen mejor mis valores):
1. En este enfoque el terapeuta no es un experto que da pautas. El terapeuta es también una persona con su vida y con sus luchas y no está por encima de su paciente. El terapeuta acompaña y trabaja junto con el cliente y lo que puede aportar es una perspectiva de la situación, pero no tiene la solución. Muchas veces al inicio de la terapia usamos una metáfora que ayuda al cliente a entender esto, como por ejemplo la metáfora del escalador:
"La vida y la terapia es como si nosotros fuéramos escaladores, cada uno en su propia montaña, separadas por un gran valle. Yo puedo ser capaz de ver un camino por el que subir su montaña, no porque la haya escalado antes, ni porque yo esté en la cima gritándole a usted por dónde tiene que subir, sino porque estoy situado en un punto desde el que puedo ver cosas que no pueden verse desde dónde está.
Por otro lado, hay cosas respecto a su montaña que yo no puedo saber, cosas respecto a las cuales tendré que confiar en lo que usted me digas. Por ejemplo, si la montaña que usted está tratando de escalar es la montaña “correcta” o no, es sólo una cuestión de valores. Únicamente usted puede responder a eso. Asimismo, aunque yo sea capaz de aconsejarle acerca de la senda que veo, no puedo subir su montaña por usted. En realidad, es usted quien tiene la tarea más difícil."
2. Desde esté enfoque los clientes son como "una puesta del sol" o "un arcoíris", una cosa única y hermosa de la naturaleza. Cuando miras una puesta del sol no piensas que le falta algo, no piensas - uy le falta un poco de naranja por la derecha...-. Simplemente es perfecta como es. Hay que apreciar la singularidad de cada cliente y saber que tiene todo lo que necesita solo tiene que aprender a usarlo.
3. Un terapeuta ACT explora y trabaja continuamente él mismo como persona los principios que va a trabajar con el paciente.
Psicología Contextual

La psicología contextual es la perspectiva que mayor protagonismo ha ganado dentro del campo de la psicología clínica en los últimos años. Cuenta con más de mil estudios y publicaciones, mostrando resultados contundentes en su aplicación a diferentes ámbitos como clínico, educativo y empresarial.
La terapia contextual (conocida como Terapia de Aceptación y Compromiso – ACT) muestra menor número de recaídas en el tiempo, dándose mejores resultados a largo plazo que otro tipo de tratamientos (como, por ejemplo, el tratamiento cognitivo-conductual)
La principal característica distintiva de la terapia contextual o de 3ª generación es que modifica el foco de intervención, centrándose en el modo en que las personas reaccionan al sufrimiento y evaluando, junto a la persona, en qué medida ello está afectando a todo lo que valora como importante. Desde esta perspectiva las personas no tienen ningún tipo de anomalía. El punto de mira es el papel que juegan los pensamientos, emociones y sensaciones difíciles cuando aparecen, como interacciona con ello, el contexto general que rodea y, lo más importante, a los costes y limitaciones que se están generando.
En las terapias de tercera generación, resulta importante dotar a la persona de habilidades transversales que le ayudarán a regular las propias emociones, manejarse con los pensamientos de modo diferente y gestionar la atención de modo eficiente.